Notaba el aire frio en mis brazos desnudos. Me resisto aun a que ya viene el otoño, un escalofrio me ha recorrido la espalda y me imagino que se me deben haber erizado los pelitos.
En frente se veian las torres de Santa Maria como una silueta oscura llena de grajos que dormitaban invisibles y el cielo como decorado de fondo de un precioso color casi carmin tirando a violeta, y por encima cada vez azulandose mas y encendida de amarillo anaranjado una estrella grande y brillante. Por la izquierda el azul era oscuro pintado de puntos brillantes muy brillantes que anunciaban el rocio de la proxima madrugada.
Y me he parado como un bobo que no ha visto nunca semejante cuadro. Porque quizas algun dia ya no podre verlo y es algo muy importante a lo que a fuerza de ver un dia tras otro no le doy, o no le damos importancia porque no cuesta nada y siempre estara ahi.
Es que venia del super. . .
En frente se veian las torres de Santa Maria como una silueta oscura llena de grajos que dormitaban invisibles y el cielo como decorado de fondo de un precioso color casi carmin tirando a violeta, y por encima cada vez azulandose mas y encendida de amarillo anaranjado una estrella grande y brillante. Por la izquierda el azul era oscuro pintado de puntos brillantes muy brillantes que anunciaban el rocio de la proxima madrugada.
Y me he parado como un bobo que no ha visto nunca semejante cuadro. Porque quizas algun dia ya no podre verlo y es algo muy importante a lo que a fuerza de ver un dia tras otro no le doy, o no le damos importancia porque no cuesta nada y siempre estara ahi.
Es que venia del super. . .
