tony
Demasiado soleada para invierno, aun. Pero ha ido pasando sin pena ni gloria como no podía ser menos una tarde de domingo. Cansina como todas, decadente pero engañosa porque aun la primavera no ha llegado y no debería, aun.
Al rato ha entrado Maria y me ha dicho: ¿Te vienes al horno?
Bueno al fin y al cabo eso me sacara un poco del tedio que se me va acumulando en cantidades ingentes amenazando desbordarse de un momento a otro.
Me he tomado un chocolate ruso (creo que tal no existe, pero el marketing es el dios omnipresente en nuestras vidas grises y moduladas. Chocolate negro con un bola de helado de vainilla y algo de canela, esta ultima desparecida), un chocolate negro tal cual, un zumo de naranja, una catalana, un bocadillo de chorizo (titulado ibérico. No tal) y un batido de piña. He pagado doce euros y no se cuantos céntimos y nos hemos dirigido a la salida donde una de esas puertas de hojas de cristal se abren y cierran como por arte de brujería…
Justo entonces aparecen mis amigos y con ellos viene su hijo Daniel y familia. Me ha traído dos discos de un grupo progresivo que reconozco que no conocía, The Tangent.
Hemos hablado unos momentos como casi siempre sobre música, aunque con el seria mas correcto hablar de poesía pero como su padre y yo mismo el también es un aficionado tremendo a la música y siempre los derroteros de nuestras conversaciones van indefectiblemente encaminadas a terminar de esta manera.
Bien, al menos la monotonía de la pesada tarde dominical al fin se ha roto y quizás presagia un final de noche al menos entretenido.
Músicas: The Tangent - Going Off On One
Links:
http://www.danielcasado.com