estrellas

tony




Lo recuerdo perfectamente. Era una noche de septiembre cálida, aun, en el patio de armas del castillo, por donde tantas veces he paseado. Pero esa noche convertido como todos los años desde hace ya, ni me acuerdo, en sala de conciertos, en fin en teatro al aire libre de las noches aun casi veraniegas. Ahí he disfrutado alguna opera o zarzuela, o como en esta ocasión de un ballet. Spartacus.

Recuerdo toda la tarde el ir y venir de los bailarines y bailarinas por la plaza mayor, y aquella chiquilla que después en mitad del escenario me puso mas de una vez la carne de gallina.

La había observado antes en la tarde sentada en una de las terrazas mientras tomábamos unas copas, unas mesas mas allá. Tenia unos labios carnosos que formaban parte de una cara maravillosa de esas que parecen como la de las estatuillas que tenia sobre unas de las estanterías de mamposteria de mi biblioteca.

Luego en la noche con el techo azul negrisimo lleno de estrellas y esa música sonando
entre las murallas, y mientras la miraba ir de un lado a otro del escenario al son de ella, no pude por menos de recordar aquellos otros labios también carnosos que tantas noches también bajo esas mismas estrellas y en ese lugar, ya sin escenarios y solitario cayendo la madrugada, tantas veces había besado.

Estaba solo esa noche con la música y el espectáculo. Lastima... Se que a ella le habría entusiasmado como a mi si hubiera podido estar ahí.



Spartacus y Phrygia