Vuelvo como me fui hace unos quince días.
Vuelvo con mi luna, esta vez una de esas noches paseando por la playa cuando ya casi no se veía a nadie y la oscuridad hasta aparecer mi luna tan solo se veía truncada a veces por la luz fugaz de un faro lejano enviando su luz cansina intermitentemente.
Solo el rumor de las olas al romper contra la playa y esa melodía en las voces de Maroon 5 en mi mp3. También como me fui. Con ellos.
Miraba al cielo mientras paseaba descalzo por la finisima arena y no se que pensaba o con quien pensaba. Suena raro pero es cierto.
Cuando pintaba me era del todo imposible expresar en el lienzo esas ideas abstractas que se me cruzaban en la cabeza en momentos así, quizás, seguramente porque en realidad no lo eran tanto sino mucho mas figurativas de lo que pensaba.
De cualquier forma entre la brisa marina, aquellas estrellas y luego mi luna llena agazapada tras las cañas antes de llenar de luz las olas, reconozco que aun cuando no soy un apasionado del mar, y quizás por ser tan de tierra adentro, debería... Me sentí extraño de pura agradable naturalidad.
Es la primera vez que echo de menos esos paseos solitarios junto al océano inmenso.
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